EL REY EDWARD IV DE INGLATERRA
Eduardo IV, fue cuarto hijo sobreviviente de Ricardo Plantagenet y de Cecilia Neville, y nació el 28 de abril 1442 en Ruán, mientras que el duque estaba allí (fue primogénito en la práctica, pues su hermano mayor, Enrique, murió al nacer en 1441). Fue el rey más importante de la familia de York, durante las guerras de las Dos Rosas
A la muerte de su padre y su hermano, Edmundo, conde de Rutland, en el concurso para el trono, en el Castillo de Sandal, en Navidad, 1460, Edward heredó de su padre de la demanda de York para el trono de Inglaterra.
A la muerte de su padre en 1460, en la Batalla de Wakefield, reclamando sus derechos a la corona frente al rey de Lancáster, Enrique VI de Inglaterra, Eduardo se convierte en la cabecera de la familia de York, entrando en pugna con el rey Enrique VI por la sucesión del trono inglés, alegando derechos por ser también descendiente del rey Eduardo III.
Con el apoyo de Richard Neville, décimosexto conde de Warwick ("El Hacedor de Reyes"), Eduardo, mostrando ya que era una promesa en la dirección de hombres, derrotó a los seguidores de los Lancaster en una sucesión de batallas. Mientras Enrique y su reina militante, Margarita de Anjou, estaban combatiendo en el norte, Warwick dominó la capital e hizo que nombraran rey a Eduardo en Londres en 1461. Eduardo fortaleció su posición con una victoria decisiva en la batalla de Towton en ese mismo año, en el curso de la cual el ejército de Lancáster fue virtualmente aniquilado.
Eduardo era alto, fuerte, guapo, afable (incluso con sus súbditos), generoso, y popular. Warwick, creyendo que podría seguir gobernando a través de él, lo presionó para que se aliara mediante el matrimonio con una potencia europea. Edward, que parecía estar de acuerdo con los deseos de su mentor, entonces se distanció de Warwick casándose secretamente con una viuda, Isabel Woodville (posiblemente, tal como especuló un rumor contemporáneo, habiéndose casado antes con otra viuda, Lady Eleanor Talbot, incluso más en secreto). Isabel tenía un gran grupo de parientes relativamente pobres pero muy ambiciosos, y hasta la batalla de Towton, parientes Lancáster. Es cierto que estas relaciones dominaron el mercado del matrimonio y recibieron muchos títulos, lo cierto es que les dio poca tierra, que era la verdadera fuente del poder y así no suponían ninguna amenaza al propio poder de Warwick. No obstante, Warwick se ofendió por la influencia que tenían sobre el rey y estaba enojado con la emergencia de un grupo rival por el favor del rey, así que con la ayuda del desafecto hermano de Eduardo, Jorge, Duque de Clarence, el Conde dirigió un ejército contra Eduardo.
La principal parte del ejército del rey (sin Eduardo) fue derrotado en la batalla de Edgecote Moor, y Eduardo fue posteriormente capturado en Olney. Las fuerzas de Warwick capturaron al suegro de Eduardo, Ricardo Wydeville, y su cuñado Juan Wydeville después de la batalla en Chepstow e hizo que los decapitasen en Kenilworth el 12 de agosto de 1469 acusados de cargos falsos.
Warwick intentó entonces gobernar en nombre de Eduardo, pero la nobleza se mostró impaciente. Con la emergencia de una rebelión, Warwick se vio obligado a liberar a Eduardo. Eduardo no buscó destruir a Warwick ni a Clarence, sino que buscó reconciliarse con ellos. Sin embargo, poco después Warwick y Clarence se rebelaron de nuevo. Después de una rebelión fallida en 1470, Warwick y Clarence se vieron obligados a huir a Francia. Allí se aliaron con la esposa de Enrique VI, Margarita de Anjou, y estuvo de acuerdo en restaurar a Enrique VI a cambio del apoyo francés a una invasión que tuvo lugar en 1470. Esta vez, Eduardo se vio obligado a huir cuando supo que el hermano de Warwick, Juan Neville, primer marqués de Montagu, también se había pasado al lado Lancáster, haciendo insostenible su posición militar.
Enrique VI fue brevemente restaurado en el trono, y Eduardo se refugió en Borgoña. Los gobernantes de Borgoña eran su cuñado, Carlos el Temerario y su hermana Margarita de York. A pesar del hecho de que Carlos no estaba al principio muy dispuesto a ayudar a Eduardo, los Franceses declararon la guerra a Borgoña y de esta manera Carlos se decidió ayudar a Eduardo, y allí reunió un ejército para recuperar su reino.
Cuando regresó a Inglaterra con una fuerza relativamente pequeña, evitó ser capturado por fuerzas potencialmente hostiles afirmando su reclamación, lo mismo que Enrique Bolingbroke había hecho setenta años antes, que él simplemente deseaba reclamar su ducado. La ciudad de York sin embargo, le cerró sus puertas, pero conforme marchó hacia el sur comenzó a reunir apoyo, y Clarence (que se había dado cuenta de que su fortuna sería mejor siendo hermano de un rey que bajo Enrique VI) se reunió con él. Eduardo derrotó a Warwick en la batalla de Barnet. Con Warwick muerto, eliminó la resistencia Lancáster que quedaba en la batalla de Tewkesbury en 1471. Después de la derrota definitiva de los Láncaster (1470) y del asesinato de Enrique VI y su hijo Eduardo, Príncipe de Gales, a manos de los yorkistas (1471), Eduardo IV es coronado rey.
Los dos hermanos menores de Eduardo, Jorge de Clarence, y Ricardo, Duque de Gloucester (más tarde el rey Ricardo III de Inglaterra) se casaron con Isabella Neville y Anne Neville. Ambas eran hijas de Warwick y Ana Beauchamp y herederas rivales de una considerable herencia de su madre, que aún vivía. Clarence fue con el tiempo declarado culpable de conspirar contra Eduardo y fue aprisionado en la Torre de Londres. Fue "ejecutado privadamente" (una tradición posterior afirma que fue ahogado en una cuba de vino dulce de Madeira) el 18 de febrero de 1478.
Eduardo no volvió a sufrir rebeliones después de su restauración, pues la familia Lancáster había quedado virtualmente extinguida, y el único rival que le quedaba era Enrique Tudor, que vivía en el exilio. Eduardo declaró la guerra a Francia en 1475, y llegaron a un acuerdo con el tratado de Picquigny que le supuso un pago inmediato de 75.000 coronas y una pensión anual posterior de 50.000 coronas. Eduardo apoyó el intento de Alejandro Estuardo, primer Duque de Albany, hermano del rey escocés Jacobo III de hacerse con el trono en 1482, y a pesar del hecho de que cuando Gloucester invadió pudo capturar Edimburgo y Jacobo III, Albany renegó de su acuerdo con Eduardo, y Gloucester decidió abandonar su posición de fuerza en Edimburgo. No obstante, Gloucester obtuvo la recuperación de Berwick-upon-Tweed.
Eduardo enfermó en la Semana Santa de 1483, pero vivió lo suficiente para añadir algunos codicilos a su testamento, de los cuales el más importante fue nombrar a su hermano Gloucester como Protector después de su muerte. Murió el 9 de abril de 1483 y está enterrado en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. Le sucedió su hijo de doce años, Eduardo V de Inglaterra.
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